Entrevista a Gabriel Furman

“Necesitamos de ciertas habilidades fundamentales para la vida, pero que no son enseñadas ni en el colegio ni en la universidad”.

Miedo, inseguridad, autoestima dañada, culpa. Son algunos de los sentimientos que nos inmovilizan y anclan a un círculo negativo que nos cierra posibilidades. nos hacen caer en “la nada”; un limbo de petrificación que nos impide pensar, tomar decisiones y reflotar. muchas veces necesitamos un tanque de oxígeno que nos permita respirar mientras vivimos aquel proceso y, sobre todo, emerger para lograr inhalar y exhalar de manera independiente.

Uno de los métodos que nos permite estar acompañados, junto con instruirnos para transitar por el camino que nos permita cumplir nuestras metas o desarrollar habilidades, tal vez desconocidas, es el coaching…

Lee la entrevista aquí… «La Conexión con lo Posible»

Yo creo que amar es una elección…

Cuando era adolescente creía que las mariposas en la guata eran «la señal» de estar enamorada, y desde ahí, mientras duraban las mariposas duraba la relación.

Hoy creo profundamente que AMAR es una elección y tiene que ver con acciones, con tomar una decisión y comprometerse con la relación que se elige tener. Es decir, si elijo AMAR, estoy eligiendo estar disponible para conversar, escuchar, validar y legitimar al otro como un ser humano distinto a mí y por lo cual asumir que tendremos diferencias de opinión. Regalonear, acariciar, besar, llevar el desayuno a la cama, hacer la cena, invitar a salir, disfrutar juntos los pequeños y grandes momentos, dedicar espacios de intimidad, poner atención a lo que el otro necesita, acompañarlo cuando esté triste, dar espacio para que exprese sus emociones, dar espacio para que mi pareja pueda amarme también, etc…

5 tips que puedes tener en cuenta para mejorar las conversaciones en tu relación de pareja…

  1. Cuando discutan, no pongas en juego la relación y céntrate en lo que está en discusión. Me refiero con esto a no globalizar … Aprende a esperar que tus emociones se aquieten un poco.
  2. Escucha con el corazón abierto: si estás en medio de la rabia, quizás esto resulte muy difícil, pero intenta por un momento, al menos notar desde qué emoción estás escuchando y si ello te permitirá cambiar en algo el curso de la discusión o no. Quizás te sirva preguntarte si en ese estado las posibilidades se cierran o abren para lograr la conversación que quieres tener.
  3. Ábrete a la pregunta ¿Qué será lo que necesita de mí? … será que hay un pedido a gritos detrás de lo que se está diciendo?… La misma pregunta hazla para tí… ¿Qué es lo que necesito de tí?… y por la relación, te invito a ponerlo sobre la mesa, Ojo! no como reclamo, sino, en el entendido de que si lo están discutiendo, muy probablemente, tu pareja, no lo entiende, quizás ni siquiera se imagina lo que te pasa.
  4. Fíjate en tu disposición corporal frente a las conversaciones que tienen, si te cuerpo se tensa o está relajado, abierto para que sea un espacio de escucha o no. Si quieres generar un espacio para una conversación amorosa, pon atención a tu cuerpo, si es amor lo que proyecta u otra emoción. Te cuento que la rabia te mantendrá con el cuerpo tenso y contraído dificultado la escucha… con esto no quiero desmerecerla, pues es muy útil para marcar límites si aprendes a de ella.
  5. Tu cuerpo es parte de la conversación, así como tus emociones y lo que dices y piensas, tu cuerpo siempre manifestará lo que está pasando contigo emocionalmente, no lo puedes engañar, y si tomas conciencia, incorpóralo!

¿Qué otros tips te gustaría regalar?

Aprendiendo a escuchar con mi bebé

Fenómeno y Explicación

Observando las necesidades de mi hijo de 2 meses se me apareció de pronto un buen ejemplo de como se manifiestan las posibilidades de acción de acuerdo a las interpretaciones que cada persona le da a un evento o fenómeno estímulo y por supuesto, como cambian los resultados.

Fenómeno: “el bebé llora”.

Explicaciones:

           Abuela: “tiene un chanchito”
           Mamá: “quedó con hambre”
           Papá: “debe tener sueño”
           Hermano: “pésquenlo!”
etc.

En este caso nuestra contraparte (el bebé) carece de un lenguaje que nos logre explicar lo que le pasa, siendo su llanto y quizás sutiles variaciones en su tono y algunos movimientos lo que podría darnos alguna señal. En fin…

¿Qué creen que hará cada uno de los personajes para satisfacer la necesidad del bebé?

Podrías ser algo así (acciones):

          Abuela: tomarlo en brazos y palmotear su espalda hasta que un esperado chanchito salga.
          Mamá: ofrecerle pecho para que vuelva a mamar o preparar una mamadera con fórmula de relleno.
          Papá: pedirle a la mamá que lo haga dormir =)
etc.

Bueno, esto mismo ocurre en otras edades, y en diversas situaciones de la vida, y la mayoría de las veces actuamos del mismo modo. Sin embargo, olvidamos chequear con nuestra contraparte qué es lo que le pasa o dudamos de su respuesta. Anteponemos nuestras interpretaciones, opiniones y juicios y actuamos en consecuencia con lo que creemos.

¿Cuánto invertimos en preguntar “qué pasa?” y escuchar con confianza la respuesta?

¿Será desde aquí que nuestras acciones podrían ser colaborativas y obtener resultados más eficientes?

¿Tendrá que ver esto con convivir en un espacio de interrelaciones poderosas y en armonía?

Por otra parte y volviendo al principio, fue interesante para mí observar que cada interpretación al fenómeno estuvo dada desde el Ser (observador) que cada uno es. Quiero decir con esto, por ejemplo en mi caso, que a través de mi explicación, aparecen algunas de mis inquietudes más profundas: ser o no buena mamá, mi miedo a que le pasa algo si no come adecuadamente, «no soy suficiente»… conversaciones internas dignas de coaching que tienen profunda influencia y gatillan acciones que esperan responder a la interpretación que le di al llanto de mi bebé y no necesariamente a lo que “realmente” le pasa, dado que esto, no lo sé.

Así fue como en algunos de los llantos del fin de semana y ESCUCHANDO otras explicaciones, como la de mi suegra (la abuela), aprendí que no todo el tiempo mi hijo tiene hambre o queda con hambre como yo pensaba y pude redactar estas líneas con un nuevo entendimiento respecto a como se generan nuevos resultados. Así, dándole crédito al papá, por estos días DE APRENDIZAJE, dejé de darle relleno y está tomando 100% leche materna, ya que cuando más lloraba no era hambre como yo creía, ni chanchitos… sólo sueño; concluyendo así además, algo que “creía saber”, las diversas miradas suman y crean nuevas realidades.

Con esto quiero invitarte…

Te invito a mirar tus acciones, y como responden a una explicación que le diste a un evento específico y como los demás involucrados tienen otra mirada. Te invito a separar lo que pasó, con cómo te lo explicas.

¿Cuál fue el evento? ¿Cómo te lo explicas? ¿Qué emociones te aparecen en tu explicación? ¿Cómo se puso tu cuerpo? ¿Qué sientes? ¿Desde dónde surge esa explicación? ¿Para qué te sirve?

Te invito a conversar con otros qué piensan sobre lo que pasó o está sucediendo y qué acciones están disponibles en ellos para solucionarlo.

¿Qué te pasa escuchándo a otros? ¿Le das cabida a su mirada?

Te invito a elegir acciones con conciencia hacia la obtención de resultados, luego de escuchar otras posibilidades, quizás aparezcan opciones que no habías imaginado.

 

Si tus resultados no son como esperas, no sigas haciendo lo mismo, ábrete a nuevas posibilidades, escuchando a otros»

Eliana Rossi
Coach Ontológico

Recogemos lo que sembramos

La siguiente frase, hace unos días, me hizo reflexionar:

“Siempre recogemos lo que sembramos, por eso ten cuidado con lo que siembras hoy”

Lo primero que pensé, fue que el mensaje tiene relación con la reciprocidad entre la causa y el efecto, la acción y la reacción o el dar y el recibir, sin embargo, en una segunda lectura, también me pareció que nos dice que, dado que estamos sembrando, en ocasiones nos demoraremos un tiempo en conocer el resultado de nuestras acciones ya que hay que esperar que la semilla germine y florezca.

Cuantas veces hemos creído que “no pasa nada” si digo esto o aquello y resulta que nos equivocamos? Que pasó?, bueno, resulta ser que en realidad sí estaba pasando algo, sólo que en lo inmediato no sabíamos cuando lo descubriríamos ni de qué manera se manifestaría en nuestras vidas.

Reflexiones de Paulina Arrau (Life Coach)

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